Me dispongo a comprar un electrodoméstico. Una nevera. El vendedor me dice que compre el último modelo de Nevera Tous. La única diferencia respecto a las demás, aparte del precio, es que tienen un estampado de ositos de gominola. Muy mono él, fíjate. Me dice que si no quiero el modelo Tous auténtico puedo comprar la imitación legal, con los ositos mutilados de una pata, o la imitación de la imitación, con los ositos mutilados de todas sus extremidades. Resulta que no me interesa la nevara Tous. Finalmente, me decanto por una sencilla Electrolux sin estampado. Pago y me largo. Al salir a la calle observo que cierto vendedor ambulante (uno de los dependientes de la tienda) está ofertando neveras imitación de la imitación de la imitación de Tous. En vez de ositos lleva un estampado de babosas. Muy mono. Las neveras de las babosas son muy baratas, pero aún así no rebajan el precio de la mía. Me intenta convencer por última vez “¿No querrás ser el único españolito que no tiene una nevera Tous”. Y yo le pregunto: ¿Para qué coño sirven los bolsos?
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