martes, 9 de septiembre de 2008

La crítica lateral

Escribir sobre crítica en un país donde la crítica literaria está casi perseguida, o confinada a algunas (no todas) publicaciones universitarias de escasa distribución y milagrosa lectura, es condenarse al silencio o al insulto gratuito, porque el trabajo del crítico en España suele estar lastrado por numerosas acusaciones, la mayoría de las cuales son ciertas, por desgracia. Recientemente las ha enumerado Germán Gullón en su libro Una venus mutilada. La crítica literaria en la España actual (Biblioteca Nueva, Madrid, 2008), que reseñé recientemente en mi blog. Ahí, entre otros lastres, señalaba Gullón estos dos, el primero más grave que el segundo: “Los críticos se arrogan una autoridad ilegítima, al actuar con una falta de interés y de comprensión de los fenómenos culturales estremecedores” (p. 84); “A diferencia del diario que lo arropa, que sí explicita por medio de la línea editorial y política empresarial su ideología, el suplemento o la revista jamás manifiesta su línea editorial, avalados sólo por un supuesto pacto de neutralidad” (p. 86). En la reseña hablaba abundantemente sobre este último aspecto, importante porque la crítica más influyente se escribe hoy en los suplementos semanales de libros. Pero quiero abordar hoy el primer aspecto, el muy polémico de qué debe saber un crítico para ejercer su oficio, un debate que suele estar contaminado de cierto nominalismo reduccionista. (seguir leyendo)

Vicente Luís Mora - Extraído de http://www.poesiadigital.es/-

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