jueves, 25 de septiembre de 2008

El amor es como las pompas de jabón

Muchos opinan que en la trascendental decisión de la mujer más marrana del mundo prevaleció la fuerza de la costumbre. Pero juzgue usted el caso bajo su óptica: poco antes de la boda rompía su compromiso con el único hombre al que amó, un representante de la casa Lagarto. Le dejó en su buzón esta nota: “No sé si lo tuyo es amor, un reto, o simple publicidad. Lo siento, pero no soporto lo que te traes entre manos”.

José Luis Cabrerizo - Extraído del blog Sordas y necios -

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